La tía que es maestra

Tengo 2 sobrinos y una sobrina, los amo con todo el corazón desde que nacieron. Siempre lo he demostrado y he tratado de enseñarles lo poquito que sé para que cuando sean grandes obviamente sean mejores seres humanos que yo.
José Carlos, el mayor de todos, ya tiene 10 años y como todo niño está experimentando cambios, ahora debe afrontar la responsabilidad de ser el hermano y primo mayor.
Hace cerca de 2 meses empecé a trabajar como docente en un colegio primario dictando el área de comunicación y hace poco conocí a un niño, en especial, que me inspira y que siento la necesidad de querer y cuidar.
Mi zambito tiene 9 años y tiene algunos problemitas en los que estamos tratando de ayudarlo, su abuelita, tía y yo. Yo soy su mamita, le reviso sus cuadernos (a pesar que no le enseño) y lo motivo a estudiar, estoy pendiente de él en la escuela y le brindo amor y comprensión.
José Carlos , se ha puesto celoso; sin embargo, debe saber que él es un niño privilegiado por tener unos papitos, mamitas, tías y tíos que lo quieren muchísimo, yo solo he tomado un poco de todo el amor que tengo, para ofrecerlo a otras personas, pero eso no significa que lo he dejado de amar a él. Sé que mi sobrinito comprenderá porque él, al igual que toda la familia, tiene un gran corazón y además porque es un niño feliz y los niños felices siempre brindan lo mejor que tienen para que los demás también lo sean.

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